Auxilio al deudor

En el contexto de la Ley de Segunda Oportunidad (LSO), ser administrador o socio de una empresa añade complejidad al asunto. Te comentamos cómo las participaciones y responsabilidades de la sociedad pueden influir en tu solicitud de la LSO, cómo se gestiona esta situación.

Si posees participaciones en una sociedad o desempeñas un rol administrativo en la misma, es fundamental reconocer que estas participaciones se considerarán parte de tus activos. Estas participaciones se valorarán en función del valor de mercado actual. Esto es crucial para calcular tu situación patrimonial al considerar la LSO.

Si la sociedad en la que tienes participaciones enfrenta deudas y estás avalando esas deudas o ejerces funciones administrativas, es esencial considerar la posibilidad de iniciar un concurso de acreedores para la empresa. Este paso puede ayudar a prevenir la derivación de responsabilidad en el futuro. A pesar de obtener la exoneración de tus deudas personales mediante la LSO, si no tomas medidas con la empresa endeudada, los acreedores podrían reclamar el pago de las deudas de la sociedad bajo el argumento de derivación de responsabilidad.

Si la empresa sigue operativa y es viable, es recomendable desarrollar un plan de pagos con los acreedores. Esta medida no solo demuestra tu compromiso para solucionar las deudas, sino que también puede preservar la continuidad de la empresa y salvaguardar tu posición como administrador o socio en la posible derivación de responsabilidad futura.

Si la sociedad en la que tienes participaciones no enfrenta deudas significativas, las participaciones se incluirán en tu inventario de bienes y derechos tal como se mencionó previamente. Dicha información es crucial para evaluar tu situación financiera en el contexto de la LSO.

En resumen, ser administrador o socio de una empresa tiene implicaciones en el proceso de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Es esencial comprender cómo las participaciones y responsabilidades administrativas pueden afectar al asunto. Al tomar medidas proactivas, como iniciar un concurso de acreedores o establecer planes de pago, puedes mitigar los riesgos y asegurar un camino más abierto para la exoneración de tus deudas como persona física. Recuerda que consultar a expertos en la LSO y derecho empresarial es fundamental para tomar decisiones informadas y acertadas.